sábado, 28 de noviembre de 2015

La formación de una conciencia histórica

La formación de una conciencia histórica


La autora logra reunir diferentes opiniones e ideologías que construyen una opinión sobre la enseñanza de la historia en México.
Esto está divido en 2 publicaciones:

1 1. Que toma las aportaciones de diferentes procedencias ideológicas (Facultad de filosofía y letras de la UNAM, colegios de Jalisco y San Luis, las universidades Pedagógica y Nacional, autónomas de Morelos, de Colima e Iberoamericana) Todas estas unidas en una problemática que involucra el proceso que tienen los productos finales que somos nosotros formados en las instituciones que abarcan desde la educación básica hasta la superior, tomando en cuenta como gran influyentes reformas, profesores y su capacitación, educación de los alumnos, culturas, libros de texto entre otros como y se construye nuestra persona a través de todo este proceso.
“En medio de todo esto estamos inmersos nosotros y nuestro futuro. Aquí se habla de cómo a través de los años y por cada generación que pasa se van perdiendo valores históricos y esta forma de pensar va evolucionando y dando lugar a la perdida de todos los conocimientos y de raíz, ósea que no tenemos ya nociones del porqué de lo que pasa y lo de que se celebra.
El reto actual de la enseñanza de la historia consiste en no limitarse al qué y cómo, sino al por qué y para qué.
Las bondades del programa de libros de texto gratuitos establecido por Torres Bodet en 1960 son leídos en Jalisco, por José María Muriá, paradójicamente desde el reclamo regional por una perspectiva de la historia que supere, precisamente, a la inauguración de este programa, por diversas razones, se canceló durante tres décadas (de 1960 a 1990) los contenidos regionales existentes desde las tres últimas décadas del XIX (1872). Situación que, en medio de dificultades comenzará a resolverse con la publicación de la Breve historia de Jalisco (Muriá, 1988) y los programas de actualización de profesores al respecto, lo cual marca el reinició de las historias regionales con fines pedagógicos.”

La enseñanza de historia se va deteriorando a partir de las nuevas reformas y de cambios que se han sufrido a través de ellas, sin dejar si quiera que se dé la oportunidad de notar los frutos de dichos cambios, a esto se debe agregar el poco interés o tiempo que se le invierte a la materia, poniendo en duda su presencia en el pan de estudios.


Cabe mencionar que los educadores no consideran que este artículo vea todo el lado del problema.
Parea las comunidades indígenas se enseña la historia desde un plano más particular tomando en cuenta su cultura y para darles un sentido de pertenencia.
Este sentido de pertenencia también se da entre mexicanos migrantes, ellos son quienes mantienen vivas las tradiciones y costumbres de su país como efecto de la enseñanza.

Parte II: Homenaje a Mireya Lamoneda


“En esta reseña comentaré la segunda parte de este libro, iniciando con el artículo escrito “entre dos plumas”, que nos lleva a reconocer la pasión de Mireya Lamoneda y de Luz Elena Galván por la corriente de los Annales y la interdisciplinariedad.”
En esta segunda parte se ataca la forma de enseñanza de la parte histórica en las aulas, de la forma de endulzar los relatos para adecuarlos a niños que se creen todo lo que escuchan, historias en las que el mismo docente se engaña y además exige que así sea aprendida, la educación histórica no debe ser solo impartida en las escuelas, debemos enriquecer a nuestros alumnos pidiéndoles que ellos también tienen sus propias ideas y que es válido dudar e investigar, en otras palabras crear un pensamiento subjetivo y autónomo, muy independiente de la rama educativa.
Los autores de esta segunda parte trata de innovar las formas de enseñanza de la historia, uno de ellas es tener inmersos a sus estudiantes y hacerlos parte de esa historia, darles el valor correspondiente de los hechos que los han llevado hasta donde están, todo esto con el objetivo de ubicarlos en el proceso y lograr el entendimiento del espacio y tiempo histórico, no solo se trata de materiales didáctico o aburridos cuestionarios, si no de crear soluciones a las necesidades del alumnado.

Desde un enfoque etnográfico, María Guadalupe Mendoza nos dice que el profesor deberá iniciar con el análisis de su práctica para identificar los problemas que enfrenta.
En base a estas declaraciones el profesor deberá hacer una autoevaluación de su práctica que podría encausar su práctica y mejorar la calidad de enseñanza que está aportando hasta ese momento.
Es importante meditar nuestra práctica, cada cabeza es un mundo diferente y la función del docente es lograr introducir la historia en cada uno de esos mundos, el arte de enseñar significa hacer que te interese, no que memorices. 

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